Pensar con el cuerpo
Pensar con el cuerpo es un taller que se lleva a cabo con profesorado, investigadores/as y artistas que colaboran en el proyecto Crearte. El taller se organiza en dos fases, una primera, donde se plantea una conexión con el propio ser desde lo físico y orgánico, a coninución una práctica física activa en la que se desarrolla el potencial artístico, sensorial y colectivo de los participantes.
Planteamos la propuesta partiendo de los participantes como el centro de la ecuación y así proyectar una mirada distinta sobre el cuerpo y su indudable capacidad para conectarse a la vida. Y de cómo la inteligencia vital puede reactivar las múltiples inteligencias que nos describe Howard Gardner. Para este cometido, partimos de la premisa “mente-cuerpo” como una unión indivisible dentro de una relación no jerarquizada por el cerebro. Un organismo que avanza sin partes diferenciadas y que Spinoza ya en el s. XVII apuntaba como la unidad “cuerpo y alma”. Desde Descartes, esta relación mente-cuerpo sigue causando interés en los pensadores occidentales, interés que sigue existiendo hasta nuestros días en un intento de aproximación a esta realidad insoslayable.
De esta manera, el taller se organiza con la intención de centramos en el cuerpo como base orgánica y material de la que surge el movimiento, para comprobar si podemos encontrar resortes que hagan que el propio movimiento lo reajuste y equilibre, afine, despertando ante los estímulos y propiciando respuestas adecuadas ante las demandas de la vida. Ya sean psíquicas, sociales, intelectuales, físicas o biológicas. Por otra parte, con el taller insistimos en que todo movimiento que participa de un proceso creativo artístico se puede considerar danza y por tanto a través de la danza se alcanza la interacción cuerpo-mente, como indica Noguichi “afinar el instrumento”. Esto nos hace considerar a la danza ya no solo como una asignatura necesaria e indispensable sino además, como una potente y efectiva herramienta no solo para la vida, también para la docencia. La enseñanza a través de las artes constituyen una herramienta muy poderosa en este cometido, la educación de personas, que abarca aspectos en el campo de la afectividad, educación en valores, creatividad, comunicación etc… y que en el caso de las artes escénicas y concretamente el de la danza se produce una conexión corporal- psíquica donde sustentamos nuestro argumento central